EN LOS ULT IMOS
AÑOS,
CON LA CAÍDA DE
LAS PRIMERAS HOJAS DEL OT OÑO
EN T U
AUSENCIA, SE T E EXT RAÑABA
Y MIS DÍAS T OMABAN
UN T ONO GRIS QUE COBRABAN LUZ CON T U RECUERDO.
Y A T U VUELT A …. LA
VIDA.
ESA VIDA QUE T E
SOBRABA Y REPART IST E A CADA UN@ DE NOSOT R@S
ESA VIDA QUE PINT ABA,
CON EL COLOR DE LAS EST RELLAS,
LOS MOMENT OS
DE T RIST EZA
LAS T ARDES DE
DOMINGO
LAS MAÑANA S DE
T ORMENT A.
CON T U MIRADA
ME ABRAZAST E
CON T U VOZ ME
DESPERT AST E
DE MIS PESADILLAS
Y, ANT ES DE IRT E, T E
DEJAST E ROBAR UN CACHO DE T I.
AHORA, FUIST E T Ú LA PRIMERA
HOJA DEL OT OÑO ,
PERO NO LA QUE CAE AL
SUELO PARA FUNDIRSE EN EL OLVIDO.
VUELA PUES, AMIGO
VUELA PUES, HERMANO.
Y DEJA ESA EST ELA
DE HUMOR, ALEGRÍA, Y ESAS BUENAS VIBRACIONES
QUE NOS HICIERON MÁS VIVOS Y PINT ARON
NUEST ROS DÍAS CON LOS COLORES MÁS
BONIT OS
Esto fue lo que escribí para la
"Gala de Las Tres M", gala que, por otra parte, sirve para homenajear
a una de las personas más importantes de mi vida y con la que tuve la suerte
de compartir muchos buenos momentos, El Tuti (o "El Camarada
Clemente", como le llaman alguno de sus grandes amigos y que, como yo,
seguimos echándole de menos)
Justo el día en que se celebró
esa primera gala me encontraba con los gemelos, Carmelo y el Chuki en Berlín
y no pudimos asistir, por lo que fue el Chikitín quien leyó las palabras que
escribí para la ocasión.
|
Recuerdo perfectamente la primera
vez que hablé con el Tuti.
Sería 1996 o 97, y nos
encontrábamos en la reunión de organización del Palomeras Rock de aquel año. En
la edición anterior, a pesar de que los KojónPrieto y los Huajolotes habían
puesto patas arriba el Parque del Toro, lugar donde se celebraba, el hostiazo
económico había sido importante debido a que se gripó el sistema que alimentaba
eléctricamente a los serpentines de cerveza; y de la venta de birra dependía el
80% de la inversión del festival.
Asina que quedamos en el "Parque
de Las Tetas" los pocos a los que todavía nos quedaban ganas de seguir
liándola, para buscar grupos que tocasen por la feis, y conseguir a alguien que
nos alquilara el sonido por poca cifra. Allí nos juntamos El Pankorbo, El Lupos,
El Pipa, mi vecino "Little John", El Rana.... y el Tuti.
"Joder, aquí nadie se llama por el nombre
que le pusieron sus padres".. pensaba.., pero el Tuti se me presentó mientras me dictaba su número de teléfono: "Me llamo Luisss" (tenía ésa peculiaridad que hacía que las palabras
que terminaban en "s" las silbaba, como si fuese una cobra).
Aquel Palomeras que hicimos fue todo un triunfo (El propio Tuti convenció a los Psilicon Flesh -uno de
los grupos más originales que ha dado nuestra historia del rock, precursores en
España de lo que se acabó llamando "new metal", aunque ellos lo hicieran 5 años antes de que el iluminado de turno acuñase ése término-, o incluso llevándolo al reggae o al rollo Beatle), pero ése "Palomeras Rock" también significó para mí la conexión definitiva con los que serían, a la postre, mis
grandes amigos del Pueblo de Vallekas, y por los que entre otras (no muchas)
razones más me vine a vivir aquí, hace 16 años (no supe que llevaba tanto
tiempo viviendo en el pueblo hasta que se me petó la lavadora y los del seguro
me recordaron que la Lavadora se jode JUSTO al día siguiente al que
ellos te cubren la avería).
Desde aquel entonces me perlé de
que aquí apenas a nadie se le llamaba
por su nombre.
A los anteriormente citados Pankorbo, Lupos, Pipa ... (el Rana
era de Pablo Neruda, la calle en la que me crié y crecí hasta las 25 castañas),
conocí al Punkarrín, al Pepino, a La Pollina, y más adelante, al Ñoski, al
Indio, al Cirigüiti, al Rey León, al
Pelorroto, al Chuki, y al inigualable "Chikitín". Entre la primera
hornada de personajes, también se hallaba El Robertito. Pero resulta que no se
llama Roberto, sino Jesús.
Desde entonces, fueron muchos
Palomeras Rock, muchas fiestas compartidas (especialmente las del
Kontracorriente) y un millón de risas. El Tuti tenía un humor muy especial y
muchas virtudes, tanto emocionales (te cazaba a la primera si te veía con un
mal día, o estabas pasando una mala racha, con una capacidad enorme de cuidarte
cuando lo necesitabas: Cuando me sacaron
el fistulámen del ojete, El Tuti fue
el primero en aparecer. Me estaba esperando en la sala con una bandeja de medio
kilo de pasteles, a modo de regalo de bienvenida a mi renacido orto), como otras
virtudes artísticas (manejaba los malabares, especialmente el diávolo, de
manera, a veces, sobrenatural).
Él siempre estaba en todos los
fregaos, pero nunca le gustaba dárselas de protagonista, y por lo general se
mantenía en un segundo plano mientras otros hacían el freak, y es que la
humildad era otra de sus numerosas virtudes.
Tuti, Chuky, Robertez &
Pelorroto. Kalimocho y chistes antes de la actuación de los Motociclón en
el descampao vallado perteneciente a
la finca del "Más Música" de Ávila. Veranillo de 2005
|
Especialmente en los últimos años, estuvimos muy juntos y
compartimos muchas vivencias, como la baza que nos fuimos a Bilbao de carnaval,
disfrazaos de los anormales protagonistas
del clásico de Stanley Kubrick, "La Naranja Mecánica" ....
... En aquel año (ponle 2004 -
2005), nos encontrábamos en los inicios del grupo conocido como Motociclón. Como todo el mundo sabe,
los mejores años de cualquier grupo musical son los primeros, los que recogen
la verdadera esencia, y en nuestro caso, la época en la que dimos
conciertos grandiosos en sitios infames (y viceversa), el caso era tocar, y
ponerlo todo patas arriba. Y eso fue lo que hicimos en el añorado y entrañable antro heavy-rocker "Rock
On" de Alcalá de Henares el viernes anterior a mi excursión bilbotarra
con mi amigo Tuti.
Ése fue nuestro primer concierto
con el grupo del Gorila (personaje que también merece, al menos, un capítulo en
este "libro"), Los Fuckland,
atronador y acojonante powertrío de grindcore-rocking-rocka. Supimos que
terminaron su actuación cuando, de repente, el Gorila lanzó su guitarra contra
la batería, y salió espantao hacia la calle, en tanga de leopardo. Cuando
salimos a la puerta del local (era pleno febrero y haría entre -2 y 5 Cº), observamos
con perplejidad como el efecto del contraste de la temperatura hizo que saliese
una nube de vapor por las greñas y el ojete del singular frontman.
De nuestro concierto sólo me
acuerdo del final, cuando me cogieron los 4 zumbaos de la primera fila y me
lanzaron, como si fuese un monigote, hacia la batería, y en cuya caída me llevé
el plato-raider con la cara, y se me clavaron alguno de los múltiples
hierrecillos que sobresalen de cualquier batería en riñones, piernas y espalda.
Del resto, ya os digo, no me acuerdo, por lo que seguro que estuvo de puta
madre.
El mocarral de aquella noche tuvo
que adquirir unas dimensiones extraordinarias, ya que lo siguiente que recuerdo
es, (ya dentro de la furgo del Tuti, junto al Chuki, de camino a Bilbao) cuando paramos en un
pueblo de la sierra (no sé si sería Bustarviejo u otro pueblo de la zona del
Lozoya) a buscar a Tania (amiga de la cuadrilla del Kontracorriente) y al Pichín (otro personaje sin par) . Nada más
encontrarnos, nos invitaron a que les acompañásemos al "súper" del pueblo..
- "Vamos a comprar"
- "¿Viandas para el
camino?" pregunté.
-"No. vamos a pillar papel
higiénico"..
Lo que no sabía era que, lo de la
compra del papel higiénico era un señuelo para que, mientras la dependienta lo
acercaba al lector del código de barras, el Pichín, con una destreza
encomiable, se agenciaba un pack de 24 latas de cerveza "Sholtz",
llevándoselas con el empeine interior del pinrel por debajo de la mismísima
caja registradora.
El trayecto a Amorebieta
(localidad Vizcaína dónde el Chuky y el Tuti tenían unas amigas a las que
llamaban "las primas") duró lo que tardamos en pimplarnos todas las
Sholtzs de promoción. Una vez allí, nos pintamos, disfrazamos, nos jarreamos y
enhebramos al casco antiguo de Bilbao, donde nos pegamos una jaia como si no hubiera un mañana. Pero
llegó un momento en el que mi cuerpo me dijo algo asina como "Llevas de
juerga sin parar desde el puto viernes, cabrón,
dándome una paliza que no merezco. Hasta aquí hemos llegao".
Y entonces le dije al Tuti "no puedor. Me voy a
sobar" ...
- "no pasa nada, compadre,
te acompaño a la furgo, y luego me vuelvo con las primas y la parroquia para
seguir de mambo", me respondió.
Y eso fue lo que hizo, aunque,
más que acompañarme me llevó, literalmente, hasta acostarme en los asientos
traseros y taparme con un saco de dormir.
Pero tras un rato (no sé si
algunas horas, aunque ya estaba amaneciendo), me desperté con unos sudores
fríos y un mal rollo en el cuerpo humano que me dije "Me voy a dormir a mi
puta casa. Mañana ya hablo con éstos". Total, que salgo de la furgoneta, y
sin andar más de 100 metros, me cruzo con un taxi, al que paro:
- " Hola buenas noches"
le digo al taxista, mientras me subo y me acoplo de mala manera en la parte de
atrás.
- "Kaixo!, ¿dónde vamos,
pues?" me contesta, mientras arranca y empieza a avanzar..
-" ¿Me puede llevar a la
Calle Sierra Gorda, por favor? es que me he quedao dormido en la furgoneta de un colega y prefiero dormir
en casa...."
- "Vaamos...."
Pero a los pocos segundos, el chófer reacciona, y me pregunta..
- "Ostias, perdona, pero eso de
'Sierra Gorda', dónde queda pues?, esa calle no es
de por aquí.."
- "Ya. Es que es de Vallekas"
Le Dije. "Ya sé que pilla un poco lejos, pero, ¿qué me puede costar?, ¿20
o 30 Leuros?
- "¿20 o 30? Pero tú sabes
dónde estás, txabalote!!??"
- "Sí, en Alcalá de Henares.
Hombre, no pilla al lao, pero bueno, se podría tirar el rollo, jefe...."
- "¡Ahí va Dios!, Alcalá de
Henares dice!!! JAJAJAJA!! esto es
BILBAO!!" dice el buen hombre,
mientras para el taxímetro.
Entonces comprobé la jugarreta
que me había hecho mi cerebro. El sueño letal que tuve en la furgo me trasladó
al momento en el que justo empecé a
perder el recuerdo tras la jarana post-conciertil en Alcalá, y eliminó todo lo
que sucedió después, hasta el momento en el que el absorto taxista me recordó
que estaba en Bilbo.
- "Ya decía yo que usted no
tiene acento alcalaíno"... "Algo no me cuadraba"...
- "JEJEJEHEH No te preocupes chaval, que currando en el taxi, y a estas horas, peores
me he encontrao", "¿qué? ¿damos la vuelta a la manzana y te devuelvo a la furgoneta de tu amigo, pues?"
.... En ésos momentos, empecé a conectarlo todo,
y, más tranquilo (sobre todo cuando comprobé que el furgón seguía abierto), volví a
continuar con mi sueño, en el lugar dónde el Tuti me había dejado un rato antes.
Ahora os dejo con la versión del clásico de los años 30
"Baby please don't go" que me hice a mi brondi, adaptando la letra
para homenajear a mi amigo, el camarada Clemente en la última Glala de las tres M.
Este ha sido, sin lugar a dudas, el momento más difícil al que me he enfrentado encima de un escenario.
Va por tí, compadre.
Este ha sido, sin lugar a dudas, el momento más difícil al que me he enfrentado encima de un escenario.
Va por tí, compadre.
ah!! Gracias a Periko por el video, y a la gente del Kontracorriente y la AAVV de la Unión por dejarme actuar en la gala. Y al publico por acompañarme tan bien en una canción tan desnuda
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
ResponderEliminarJoder que recuerdos ...
ResponderEliminarYo debí ser uno de los que te lanzó contra la batería de Dani !!!
Joder, al Tuti lo conocí yo...no lo sabía, lo siento mucho, un abrazo enorme, Robertez.
ResponderEliminarPero, ¿Biblicamente? Porque en eso también era un crack. Jajaja
EliminarLos amigos de uno nos ponen en el lugar que nos corresponde. Son voces que hablan por nosotros cuando no estamos; son embajadores de nuestras vidas allá donde van porque, como dijo alguien muy acertadamente, "la amistad se basa en los valores, no en los gustos". Donde va un amigo en cierta manera vamos también nosotros.
ResponderEliminarPor eso tú eres tan grande, por rodearte de gente enorme. Y viceversa. La sinergia resultante es algo impresionante. Y lo digo yo que soy testigo y beneficiario de ella. Testigo de verte a ti y a los tuyos, estando yo recién llegado a Madrid empeñado en comenzar una nueva vida dejando Avilés atrás, dándome una bienvenida tan acogedora como poco merecida. Y, déjame decirte una cosa, muy necesitada. Yo estaba helado de frío, calado hasta el tuétano de una melancolía y tristeza que me pudrían las entrañas y me abarrotaban los ojos de lágrimas. Pero en uno de esos puntos repartidos en la línea azul de metro me di de bruces con un refugio que explica que esa línea sea la número uno. No podía tener otra cifra mejor para definir a las personas que conocí en ella. Tuti fue uno de aquellos abrazos que templaron mi ánimo y avivaron mi sonrisa de entre los muchos que se me regalaron en Vallecas rondando el final del 2007. Yo no lo olvido, como no puedo evitar recordar cada vez que paso por la calle Arenal que allí fue donde pude hablar con él por última vez, pocos meses después de haberme mudado al interior de la M-30.
Roberto; yo sigo agradeciendo y sintiendo el abrazo del Tuti como él estará disfrutando ahora mismo de saber que sus amigos siguen siendo sus embajadores por la tierra.
Y no los podría haber mejores.
Un beso, amigo.
AMIGO Arcadio,
EliminarEs imposible leer tus palabras sin que se me caigan todos los caldos.
Inolvidables fueron aquellos días en los que fuimos compañeros de techo, de mesa.. fuí tu confesor, y tú el mío. Teníamos los corazones rotos, pero también teníamos todo lo demás. Y nos teníamos a nosotros. Tú fuiste mi mejor medicina en aquel otoño gris. Junto a tí y mis amigos del barrio (Carmelo, los gemelos, Susana, Álvarez, Pankorbo, los Motociclón, El Chikitin ... ) y por supuesto, el Tuti, nos salvamos la vida.
Un beso, compañero